Magnífico

Sí, hace ya tiempo que no escribo. Me he dedicado a sonreír, vivir y reír. Los últimos días, no, las últimas semanas, han sido, asombrosas. Sin ningún ánimo de usar adjetivos excesivos y super decorativos.

Me he dado cuenta que las experiencias que compartimos: solos o acompañados, nerviosos o tranquilos, tristes o alegres; hacen que seamos tan nosotros. Seres humanos únicos, originales, irrepetibles, diferentes. Necesitamos vivir, y estos días, han sido de esos días que siento que he vivido. No he hecho algo en particular, más bien he hecho muchas cosas diferentes y eso me hace sentir feliz, viva. Tampoco digo que nunca he vivido, lo he hecho, y sumida en muchísima felicidad, pero creo que hasta ahora, cuando dejé atrás un poco la rutina, me he dado cuenta que las cosas son más de lo que parecen y que cuando las personas dicen que hay que vivir al máximo, significa algo especial para cada uno, y no una frase de todos los días.

La obra teatral El Fantasma de Canterville, fue todo un éxito. La Duquesa de Cheshire hizo un buen papel, la primer noche de presentación, se encontraba ahogándose en nerviosismo, y a pesar de todo, lo logró. El segundo día de presentación, lo hizo mejor que el anterior, y pensó para sí, que había sido una experiencia magnífica y emocionante, y que después de todo, valió la pena.

Sinceramente, el miedo nos frena a hacer cosas que realmente desearíamos a hacer, así que al carajo el miedo, y arriba a los audacez que se atreven.